¿Cómo evaluar el ROI por una implantación de Business Intelligence?

¿Por qué es importante medir los resultados de una implantación en la empresa?

Lo más importante para las empresas de hoy y para sus departamentos financieros es determinar si están realizando una inversión o un gasto cuando estudian una implantación de un sistema de Business Intelligence. Esta premisa es fundamental y decide muchas veces su inicio o rechazo.

¿Cómo calcular el ROI es la pregunta habitual? Pero la gran pregunta es Quién calcula el ROI, porque el cómo calcularlo es simplemente un método y si se quiere se elimina el “simplemente”.

Hasta hace poco tiempo y aún algunas empresas incluyen el ROI en sus presupuestos,  considerando una estimación del impacto de la implantación en la empresa, pero ¿cuál es el nivel de certeza de estos cálculos? Esta es una de las preguntas frecuentes, pero su  respuesta se encuentra en el núcleo mismo de la gestión empresarial, por ello, la gran dificultad de definir los impactos positivos requiere de un profundo estudio que difícilmente se puede llevar a cabo durante la etapa pre-cierre. En todo caso, se realizan ciertos acercamientos en áreas concretas donde se presumen deficiencias o han sido perfectamente expuestas por la empresa que solicita el presupuesto.  

La situación anterior genera en sí mismo varias posibilidades:

a)      Que la empresa tenga la posibilidad de evaluar  el  retorno de la inversión y por lo tanto, saben lo que quieren y el por qué lo necesitan.

b)    Que la empresa no tenga las posibilidades de evaluar el ROI por desconocer sus alcances o por desconocer algún método de cálculo, o simplemente porque no tiene el tiempo para realizarlo.

La segunda situación suele ser la más común en la PYMES y la primera en las empresas de mayor facturación y gestión. 

En ambos casos, lo ideal es desarrollar “con criterios conjuntos”, cálculos con un  mayor grado de acierto los impactos positivos de una aplicación de Business Intelligence en la empresa, sin esta colaboración cualquier cifra mostrada dentro de un presupuesto no será nada más que un relleno difuminado entre mucha pompa y la realidad.